Nos reunió la celebración de uno de los acontecimientos decisivos de la historia de nuestro país: ¡La Revolución de Mayo!
Esta Nación Argentina que comenzó a gestarse un 25 de mayo de 1810. Este día comenzamos a romper los vínculos de dependencia que teníamos con España y comenzamos a tejer nuevos lazos. Lazos de identidad entre los miembros de un pueblo y su tierra, lazos de solidaridad, de patriotismo, de resistencia y lazos de hermandad.
La revolución está en cada uno de los argentinos y argentinas que seguimos defendiendo nuestros derechos e ideas patrióticas. Es nuestra historia que, día a día, todos tenemos que seguir escribiendo con valores que nos mantengan unidos como nación. Estamos comprometidos a continuar esa lucha de independencia, a soñar, a seguir creyendo y construyendo.
¿Cuándo vamos a ser verdaderamente independientes?
Cuando logremos ser una sociedad más JUSTA e IGUALITARIA. Cuando RESPETEMOS las diferencias. Cuando seamos más SOLIDARIOS. Cuando seamos VALIENTES ante las adversidades.
¡Sigamos celebrando, sigamos dando vida a la revolución!
El Papá Francisco nos invita a que, como comunidad, impulsemos en todo la revolución de la TERNURA, la revolución del AMOR. Una revolución que nace del corazón humilde y misericordioso de Jesús.
¡¡Viva la Patria!! ¡¡Viva la revolución del amor!!